EL MAL CARACTER

septiembre 17, 2008 at 7:17 am (historias, mal caracter, reflexiones)

Muchas veces hacemos daño a quienes tenemos cerca y pedimos perdón, luego pasado un tiempo volvemos a hacer daño y así el pedir perdón es como algo familiar, algo que se utiliza demasiado a menudo, no sería mejor no hacer nada que duela para no tener que pedir perdón tantas veces?
Cuando las heridas son profundas….dejan cicatrices en el alma.

Mirar lo que cuenta esta historia-reflexión:

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.

Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

Su padre lo tomo de la mano y lo llevo hasta la puerta. Le dijo:

—Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastara, y la cicatriz perdurara para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.

Autor: Desconocido

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EL MAL CARACTER

septiembre 17, 2008 at 7:17 am (historias, mal caracter, reflexiones)

Muchas veces hacemos daño a quienes tenemos cerca y pedimos perdón, luego pasado un tiempo volvemos a hacer daño y así el pedir perdón es como algo familiar, algo que se utiliza demasiado a menudo, no sería mejor no hacer nada que duela para no tener que pedir perdón tantas veces?
Cuando las heridas son profundas….dejan cicatrices en el alma.

Mirar lo que cuenta esta historia-reflexión:

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.

Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

Su padre lo tomo de la mano y lo llevo hasta la puerta. Le dijo:

—Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastara, y la cicatriz perdurara para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.

Autor: Desconocido

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