El Duende de la hornilla – 2ª parte

noviembre 19, 2008 at 7:09 am (duendes, hornilla, leyendas, mitos)

Las personas encargadas de la investigación del caso, viendo que la cosa pintaba muy negra y no podían resolverlo solo, decidieron pedir ayuda de expertos de varios ámbitos que pudieran arrojar un poco de luz sobre este misterio. Así se requirió la ayuda de una Ingeniero y de un Arquitecto que serian los encargados de registrar hasta el último rincón de aquel edificio para buscar posibles causas técnicas que pudieran provocar aquellos hechos, se creó un equipo médico que se encargaría de realizar las pruebas y análisis pertinentes a todos los miembros de la familia afectada en la confianza de encontrar algún síntoma que hiciera responsable a alguien, consciente o inconscientemente, de aquellas desagradables manifestaciones.

El primer sitio que inspeccionaron fue la salida de humos y no pudieron encontrar nada que no fuera normal. Se investigo por todo el edificio y en los inmuebles colindantes, en azotas, cuartos trasteros, y en los sótanos, por investigar… hasta las cloacas que pasaban por el interior de la calle fueron recorridas. Se revisaron los conductos de ventilación, cañerías, chimeneas, instalaciones eléctricas y telefónicas, todo, todo fue investigado y rastreado, pero nada se pudo encontrar que fuera la causa que aquella voz que emergía de aquella casa provocando el terror de todos los que vivían en el edificio.

Alguna persona quiso involucrar a la asistenta de la familia como autora inconsciente de las voces, ya que las voces solo se oían en su presencia, y por tal motivo, debía ser ella la que de alguna forma involuntaria provocara aquellos hechos. Esto jamás se pudo comprobar.

El misterio parecía no tener solución, lo peor era que aquella voz fue cada vez más fuerte y el tono más amenazador, las autoridades de la ciudad, viéndose cada vez más impotentes para resolver aquel suceso decidieron zanjar la cuestión al declarar lo siguiente:

“Por no poderse demostrar la participación de persona alguna responsable de provocar aquellas voces, el hecho no podía dejar de interpretarse como algo excepcional e inhabitual y nadie debería darle más importancia que la que provoca un suceso de esta característica”.

Y se quedaron tan anchos… toma ya ¡!!!

Por fin a finales de aquel mismo año la voz dejo de oírse. Desapareció tal y como había llegado.

El misterio del Duende de la hornilla jamás fue resuelto y con el paso de los años aún se siguen preguntando qué fue lo que ocurrió en aquel inmueble, este suceso es de los más conocidos por todos los investigadores y profesionales expertos en estos temas.

Hoy en día en el mismo lugar de los hechos, se levanta un edificio de oficinas y como no les da miedo le han puesto el nombre de: “El Duende”, esperemos que no vuelva el misterio de nuevo.

Como toda Leyenda hay una segunda versión y aquí la dejo:

Muchos años después de ocurrir todo este misterio, el edificio fue demolido para poder construir el actual , la sorpresa fue tremenda cuando de repente vieron que había un sótano oculto que nadie conocía ni se sabía que existía, allí estaban, nueve individuos de muy corta estatura y caras demacradas, parecían seres de otro mundo, eran falsificadores de monedas, serían ellos los causantes de las voces?

Será verdad esta otra versión de la Leyenda?

Quien lo sabe, la realidad fue que durante el tiempo que duraron los sucesos los vecinos vivieron aterrados y aún hoy se recuerda.

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El Duende de la hornilla – 2ª parte

noviembre 19, 2008 at 7:09 am (duendes, hornilla, leyendas, mitos)

Las personas encargadas de la investigación del caso, viendo que la cosa pintaba muy negra y no podían resolverlo solo, decidieron pedir ayuda de expertos de varios ámbitos que pudieran arrojar un poco de luz sobre este misterio. Así se requirió la ayuda de una Ingeniero y de un Arquitecto que serian los encargados de registrar hasta el último rincón de aquel edificio para buscar posibles causas técnicas que pudieran provocar aquellos hechos, se creó un equipo médico que se encargaría de realizar las pruebas y análisis pertinentes a todos los miembros de la familia afectada en la confianza de encontrar algún síntoma que hiciera responsable a alguien, consciente o inconscientemente, de aquellas desagradables manifestaciones.

El primer sitio que inspeccionaron fue la salida de humos y no pudieron encontrar nada que no fuera normal. Se investigo por todo el edificio y en los inmuebles colindantes, en azotas, cuartos trasteros, y en los sótanos, por investigar… hasta las cloacas que pasaban por el interior de la calle fueron recorridas. Se revisaron los conductos de ventilación, cañerías, chimeneas, instalaciones eléctricas y telefónicas, todo, todo fue investigado y rastreado, pero nada se pudo encontrar que fuera la causa que aquella voz que emergía de aquella casa provocando el terror de todos los que vivían en el edificio.

Alguna persona quiso involucrar a la asistenta de la familia como autora inconsciente de las voces, ya que las voces solo se oían en su presencia, y por tal motivo, debía ser ella la que de alguna forma involuntaria provocara aquellos hechos. Esto jamás se pudo comprobar.

El misterio parecía no tener solución, lo peor era que aquella voz fue cada vez más fuerte y el tono más amenazador, las autoridades de la ciudad, viéndose cada vez más impotentes para resolver aquel suceso decidieron zanjar la cuestión al declarar lo siguiente:

“Por no poderse demostrar la participación de persona alguna responsable de provocar aquellas voces, el hecho no podía dejar de interpretarse como algo excepcional e inhabitual y nadie debería darle más importancia que la que provoca un suceso de esta característica”.

Y se quedaron tan anchos… toma ya ¡!!!

Por fin a finales de aquel mismo año la voz dejo de oírse. Desapareció tal y como había llegado.

El misterio del Duende de la hornilla jamás fue resuelto y con el paso de los años aún se siguen preguntando qué fue lo que ocurrió en aquel inmueble, este suceso es de los más conocidos por todos los investigadores y profesionales expertos en estos temas.

Hoy en día en el mismo lugar de los hechos, se levanta un edificio de oficinas y como no les da miedo le han puesto el nombre de: “El Duende”, esperemos que no vuelva el misterio de nuevo.

Como toda Leyenda hay una segunda versión y aquí la dejo:

Muchos años después de ocurrir todo este misterio, el edificio fue demolido para poder construir el actual , la sorpresa fue tremenda cuando de repente vieron que había un sótano oculto que nadie conocía ni se sabía que existía, allí estaban, nueve individuos de muy corta estatura y caras demacradas, parecían seres de otro mundo, eran falsificadores de monedas, serían ellos los causantes de las voces?

Será verdad esta otra versión de la Leyenda?

Quien lo sabe, la realidad fue que durante el tiempo que duraron los sucesos los vecinos vivieron aterrados y aún hoy se recuerda.

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El Duende de la Hornilla – 1ª Parte

noviembre 18, 2008 at 8:17 am (duendes, hornilla, leyendas, mitos, relatos)

Gracias por todos vuestros comentarios, han sido la mejor medicina para este pedazo de Gripe que he pillado, no recuerdo haber tenido una peor en mi vida, mi primo dice que esto me pasa por no vacunarme, pues me han comentado que este año no ha servido de mucho la vacuna porque los vacunados han caído también y además con unos síntomas muy fuertes.

He sido obediente y me tomado todos los zumos que álgun@s me habéis dejado en el blog ¡!!

Gracias por vuestro cariño…recibir también el mío que sale desde mi corazón para cada un@ de vosotr@s.

Y para no perder el ritmo os traigo una Leyenda:

Todavía hoy se recuerda aquel mes de Septiembre del año 1.934, cuando la calle Gascón de Gotor permanecía en silencio, era noche cerrada y fría y solo el viento entraba rugiendo por los huecos de de ventanas y puertas, pero no solo el viento sería el protagonista de aquella noche, en el número 2 del portal de aquella calle, de repente…. Un terrible grito que se dejo oír en la oscuridad, todos los vecinos del inmueble se despertaron alarmados.

Con todo el miedo en el cuerpo fueron saliendo al rellano de las escaleras, estaban asustados y con las huellas del sueño en sus caras pero allí estaban buscando el motivo de aquel alarido y había interrumpido su descanso, parecía que todo procedía del segundo piso. Comprobaron que estaban en lo cierto pues los dueños de la vivienda estaban en un rincón agazapados en pijama y con el rostro aterrorizado.

El motivo de su miedo procedía de la cocina de la vivienda, era de allí de donde había surgido la voz. Este era el comienzo de un extraño suceso que ocurrió en Zaragoza y que durante quince días llegó a movilizar a todas las altas instancias de la capital aragonesa que fueron incapaces de desentrañar la causa de aquellos extraños sucesos.

La cocina tenía las paredes con baldosas blancas y había un antiguo respiradero con una pequeña puerta metálica. Era una vieja y grasienta chimenea que antes se utilizaban como salida de humos y olores. De aquel estrecho agujero había salido la voz; una voz, grave, profunda, la familia ya no sabía qué hacer porque lo estaba pasando muy mal y su salud mental estaba corriendo peligro ante tales hechos, tuvieron que pedir ayuda a las fuerzas del orden.

La policía se personó en el domicilio varias veces haciendo registros e inspecciones sin encontrar una causa que desentrañara el extraño fenómeno.

Con el paso de los días los rumores sobre los fenómenos que ocurrían en aquella casa circularon por toda la ciudad provocando un tremendo alarmismo entre sus habitantes y claro un gran problema para la policía porque no sabían cómo solucionar estos sucesos que escapaban a su entendimiento y que carecían de toda lógica.

Las gentes se quedaban agrupadas en la calle cotilleando incluso ya le habían puesto el nombre: la casa del Duende.

Los periódicos se hicieron eco de la noticia y llenaban sus páginas relatando todo lo que estaba sucediendo.

Aquella voz, continuaba oyéndose durante las siguientes noches e incluso llego a entablar conversación con algunos funcionarios que se encontraban allí presentes. ….

Mañana la segunda parte

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El Duende de la Hornilla – 1ª Parte

noviembre 18, 2008 at 8:17 am (duendes, hornilla, leyendas, mitos, relatos)

Gracias por todos vuestros comentarios, han sido la mejor medicina para este pedazo de Gripe que he pillado, no recuerdo haber tenido una peor en mi vida, mi primo dice que esto me pasa por no vacunarme, pues me han comentado que este año no ha servido de mucho la vacuna porque los vacunados han caído también y además con unos síntomas muy fuertes.

He sido obediente y me tomado todos los zumos que álgun@s me habéis dejado en el blog ¡!!

Gracias por vuestro cariño…recibir también el mío que sale desde mi corazón para cada un@ de vosotr@s.

Y para no perder el ritmo os traigo una Leyenda:

Todavía hoy se recuerda aquel mes de Septiembre del año 1.934, cuando la calle Gascón de Gotor permanecía en silencio, era noche cerrada y fría y solo el viento entraba rugiendo por los huecos de de ventanas y puertas, pero no solo el viento sería el protagonista de aquella noche, en el número 2 del portal de aquella calle, de repente…. Un terrible grito que se dejo oír en la oscuridad, todos los vecinos del inmueble se despertaron alarmados.

Con todo el miedo en el cuerpo fueron saliendo al rellano de las escaleras, estaban asustados y con las huellas del sueño en sus caras pero allí estaban buscando el motivo de aquel alarido y había interrumpido su descanso, parecía que todo procedía del segundo piso. Comprobaron que estaban en lo cierto pues los dueños de la vivienda estaban en un rincón agazapados en pijama y con el rostro aterrorizado.

El motivo de su miedo procedía de la cocina de la vivienda, era de allí de donde había surgido la voz. Este era el comienzo de un extraño suceso que ocurrió en Zaragoza y que durante quince días llegó a movilizar a todas las altas instancias de la capital aragonesa que fueron incapaces de desentrañar la causa de aquellos extraños sucesos.

La cocina tenía las paredes con baldosas blancas y había un antiguo respiradero con una pequeña puerta metálica. Era una vieja y grasienta chimenea que antes se utilizaban como salida de humos y olores. De aquel estrecho agujero había salido la voz; una voz, grave, profunda, la familia ya no sabía qué hacer porque lo estaba pasando muy mal y su salud mental estaba corriendo peligro ante tales hechos, tuvieron que pedir ayuda a las fuerzas del orden.

La policía se personó en el domicilio varias veces haciendo registros e inspecciones sin encontrar una causa que desentrañara el extraño fenómeno.

Con el paso de los días los rumores sobre los fenómenos que ocurrían en aquella casa circularon por toda la ciudad provocando un tremendo alarmismo entre sus habitantes y claro un gran problema para la policía porque no sabían cómo solucionar estos sucesos que escapaban a su entendimiento y que carecían de toda lógica.

Las gentes se quedaban agrupadas en la calle cotilleando incluso ya le habían puesto el nombre: la casa del Duende.

Los periódicos se hicieron eco de la noticia y llenaban sus páginas relatando todo lo que estaba sucediendo.

Aquella voz, continuaba oyéndose durante las siguientes noches e incluso llego a entablar conversación con algunos funcionarios que se encontraban allí presentes. ….

Mañana la segunda parte

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