DAR

septiembre 28, 2008 at 11:19 am (comida, compartir, dar, historias)

Prometía ser un día como otro cualquiera pero a veces pasan cosas que cambian en un momento nuestra forma de actuar e incluso de pensar, no vemos la necesidad de los demás hasta que nos toca ser testigos de las penas y situaciones que pasan algunas personas.
Esto es lo que sucedió ese día en el que el corazón se le encogió a una joven.
Cuidaba de sus niñas y de su hogar, esperaba la llegada de su esposo con la cena preparada para poder disfrutar de este momento en el que la familia podía estar junta.
En un momento llamaron a la puerta, su marido tenia llaves , quien sería?
Escucho unos murmullos en la escalera y espero a que llamasen de nuevo para abrir,
-seria algún vecino… pensó ella.
Al abrir la puerta se encontró con un hombre de buen aspecto y una edad que podía rondar los cincuenta años.
El hombre con mucha educación pero mirada triste , comenzó diciendo que no pedía dinero ni nada parecido, solo quería algo de comida, lo decía lentamente y con mucha vergüenza.
Le contaba como después de trabajar toda la vida había perdido su trabajo y con ello todo lo que tenía , con su edad nadie le ofrecía un empleo , esto le obligaba a pedir algo para comer y llevar a su casa.
En ese momento el marido de la joven llego a su casa y vivió también la escena con un nudo en la garganta, después de pedirle que esperara cerraron la puerta.
La joven mama volvió a abrir y entrego una bandeja con los alimentos que había cocinado para esa noche, le entregaba toda su cena, el marido de la joven llevaba en sus manos algunos paquetes de fiambre, y también eran entregados a ese hombre que solo pedía algo para comer.
Me entristece mucho conocer estas calamidades que están ocurriendo en estos días,
pero a la vez …me siento muy orgullosa porque este joven matrimonio había entregado su propia cena a alguien que lo necesitaba.
El buen corazón, la bondad, la generosidad y el compartir es importante y necesario y aunque triste por esta historia…la alegría me llena el corazón por tener cerca personas con un corazón de oro.

Gracias Chispita por ser como sois.

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DAR

septiembre 28, 2008 at 11:19 am (comida, compartir, dar, historias)

Prometía ser un día como otro cualquiera pero a veces pasan cosas que cambian en un momento nuestra forma de actuar e incluso de pensar, no vemos la necesidad de los demás hasta que nos toca ser testigos de las penas y situaciones que pasan algunas personas.
Esto es lo que sucedió ese día en el que el corazón se le encogió a una joven.
Cuidaba de sus niñas y de su hogar, esperaba la llegada de su esposo con la cena preparada para poder disfrutar de este momento en el que la familia podía estar junta.
En un momento llamaron a la puerta, su marido tenia llaves , quien sería?
Escucho unos murmullos en la escalera y espero a que llamasen de nuevo para abrir,
-seria algún vecino… pensó ella.
Al abrir la puerta se encontró con un hombre de buen aspecto y una edad que podía rondar los cincuenta años.
El hombre con mucha educación pero mirada triste , comenzó diciendo que no pedía dinero ni nada parecido, solo quería algo de comida, lo decía lentamente y con mucha vergüenza.
Le contaba como después de trabajar toda la vida había perdido su trabajo y con ello todo lo que tenía , con su edad nadie le ofrecía un empleo , esto le obligaba a pedir algo para comer y llevar a su casa.
En ese momento el marido de la joven llego a su casa y vivió también la escena con un nudo en la garganta, después de pedirle que esperara cerraron la puerta.
La joven mama volvió a abrir y entrego una bandeja con los alimentos que había cocinado para esa noche, le entregaba toda su cena, el marido de la joven llevaba en sus manos algunos paquetes de fiambre, y también eran entregados a ese hombre que solo pedía algo para comer.
Me entristece mucho conocer estas calamidades que están ocurriendo en estos días,
pero a la vez …me siento muy orgullosa porque este joven matrimonio había entregado su propia cena a alguien que lo necesitaba.
El buen corazón, la bondad, la generosidad y el compartir es importante y necesario y aunque triste por esta historia…la alegría me llena el corazón por tener cerca personas con un corazón de oro.

Gracias Chispita por ser como sois.

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