Hoy devoramos unos huesudos dedos de brujas !!!

junio 5, 2009 at 6:19 am (bruja, dedos, recetas)

Hoy nos vamos a comer una pequeña parte del cuerpo de una bruja, nada … nada sin peros que están deliciosos os lo aseguro.

A comerrrr deditos de bruuujaaa!!!!!!!!

Ingredientes:

• 100 gr. de mantequilla
• 50 gr.de azúcar
• 2 huevos
• una cucharadita de extracto de vainilla
• 300 gr. de harina
• una pizca de sal
• 50 gr. de almendras crudas enteras
• mermelada de fresa/frambuesa

Preparación:

En un bol, mezclar juntos la mantequilla, el azúcar, los huevos, harina, sal y la vainilla; remover hasta que se haga una masa. Amasar en harina. Dejar enfriar en el frigorifico cubierto con film transparente durante 30 minutos. Precalientar el horno a 180 grados. Separar un poco de masa y darle forma de un dedo de la mano. Presionar firmemente una almendra en un extremo a modo de una uña. Marcar tres lineas en mitad de los dedos de la mano para crear una forma de nudillo. Repetir con el resto de la masa.

Colocar las galletas sobre una bandeja de hornear engrasada (pergamino o papel) y hornear durante 20 minutos o hasta que se doren . Dejar enfriar tres minutos. Levantar con cuidado la almendra, y untar la mermelada de fresa a modo de sangre .Volver a colocar la almendra, sobre la mermelada. Untar también mermelada al final del dedo.

¡ Buen Provecho !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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Hoy devoramos unos huesudos dedos de brujas !!!

junio 5, 2009 at 6:19 am (bruja, dedos, recetas)

Hoy nos vamos a comer una pequeña parte del cuerpo de una bruja, nada … nada sin peros que están deliciosos os lo aseguro.

A comerrrr deditos de bruuujaaa!!!!!!!!

Ingredientes:

• 100 gr. de mantequilla
• 50 gr.de azúcar
• 2 huevos
• una cucharadita de extracto de vainilla
• 300 gr. de harina
• una pizca de sal
• 50 gr. de almendras crudas enteras
• mermelada de fresa/frambuesa

Preparación:

En un bol, mezclar juntos la mantequilla, el azúcar, los huevos, harina, sal y la vainilla; remover hasta que se haga una masa. Amasar en harina. Dejar enfriar en el frigorifico cubierto con film transparente durante 30 minutos. Precalientar el horno a 180 grados. Separar un poco de masa y darle forma de un dedo de la mano. Presionar firmemente una almendra en un extremo a modo de una uña. Marcar tres lineas en mitad de los dedos de la mano para crear una forma de nudillo. Repetir con el resto de la masa.

Colocar las galletas sobre una bandeja de hornear engrasada (pergamino o papel) y hornear durante 20 minutos o hasta que se doren . Dejar enfriar tres minutos. Levantar con cuidado la almendra, y untar la mermelada de fresa a modo de sangre .Volver a colocar la almendra, sobre la mermelada. Untar también mermelada al final del dedo.

¡ Buen Provecho !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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Historia de la Bruja Zarate

junio 7, 2008 at 8:02 am (bruja, cuentos, escritos, leyendas)


Había una vez una pintoresca ciudad llamada Aserrí ubicada a 11 km al sur de San José y gobernada por un español ilustre y bien parecido, de quien la Bruja Zárate se enamoró perdidamente. El la despreció y entonces ella juró vengar aquel desaire que le hizo el español. Días después amanecía la aldea convertida en una enorme piedra, los habitantes en animales de la montaña y el orgulloso español Pérez Colma pasaba a la categoría de pavo real.
La Zárate era una mujer blanca, gorda, pequeña, de ojos grandes y negros, mirada maliciosa, usaba peinado con dos trenzas, dueña de sí misma, solía curar a sus enfermos y cuando le consultaban casos tristes, les obsequiaba frutas que al llegar a sus casas estas se convertían en piedras preciosas y monedas de oro.
Cierto día, un señor llamado Diógenes Olmedo fue a visitar a la famosa Zárate, para ver si le daba suerte y fortuna. Después de caminar cerca de seis horas, llegó al anochecer a la piedra y cansado de dar vueltas alrededor de ella sin encontrar un medio para poder hablar con la Bruja Zárate, resolvió recostarse en la piedra y esperar. Esperó tanto que el cansancio lo dominó y se quedó dormido. Horas después deliraba, mirando a su lado un árbol en cuyas ramas se posaron unas blancas palomas diciéndole con voz humana: «Si quieres hablar con la encantadora Zárate, da tres golpes a la piedra y di las siguientes palabras: -Busco en vano mi ideal… años caminando y siempre en pie, linda Zárate escucha y ábreme por el amor al pavo real». Seguidamente las palomas retomaron el vuelo dejando caer pétalos blancos.
Diógenes despertó… Ya era medianoche, levantándose dio tres golpes a la piedra y al mismo tiempo repitió las palabras que le habían dicho las palomas. En ese instante la piedra se iluminó, apareció la Zárate con un chal tinto cruzado por los hombros, en sus dedos un cigarrillo encendido y en la otra sujetaba con una cadena un lindo pavo real. Se dirigió con amabilidad al pobre hombre que temblaba de pavor diciéndole: ¿Qué de mi, buen hombre. En que puedo complacerte? Diógenes, tomando valor se acercó, la saludó inclinándose y luego le contó su doliente historia, su viudez, sus hijos enfermos y hambrientos. La Bruja Zárate. como si recordara algo y pensativa le preguntó: ¿Cuánto tiempo hace que murió tu esposa y cómo se llamaba? El pobre hombre le respondió: -Ella no murió… hace dos años salieron ella y unas amigas a bañarse a un río en la montaña… nunca más se supo de ella ni de sus amigas, desaparecieron misteriosamente… su nombre era Lupita Olmedo. La Zárate movió sus cejas, aspiró el humo de su cigarrillo y con una carcajada estrepitosa enfrió la sangre del pobre hombre y le dijo: «Conmovida por tu amargo sufrir y porque me has pedido por el amor de mi ave favorita, el pavo real, te voy a dar lo que necesitas». Caminaron una hora montaña arriba y por fin llegaron a una planicie en donde una hermosa laguna rodeada de bambúes, toronjas y limones emergían de ese bello lugar, la bruja tomó varias toronjas y le dijo: Toma, aquí tienes el alimento de tus hijos». Diógenes llenó su alforja con los frutos, en ese instante doce palomas blancas se posaron sobre los bambúes y la bruja Zárate le dijo: «Puedes marcharte ya, esas palomas te serán de guía».
Regresaba el pobre hombre pensativo y desilusionado, llevando en los hombros aquel cargamento de toronjas y en el alma la promesa de una mujer coqueta y repugnante. ¿Para qué tanta fruta y tantas palabras vanas?… Llegando a la mitad del camino y sintiendo aquella pesada carga decidió aliviarla, y arrojó seis toronjas por un precipicio hasta llegar a un río y desaparecer. Más aliviado prosiguió su camino, sus hijos lo divisaron y echaron a correr hacia el preguntándole que les había mandado la señora Zárate. Diógenes fingiendo alegría, les contó que ella les mandaba unas hermosas toronjas y que al día siguiente llegarían doce palomas blancas a darles una sorpresa. Los niños se durmieron esa noche, esperando el día siguiente para atrapar las palomitas y divertirse con las toronjas. Al día siguiente las toronjas amanecieron convertidas en oro puro, y más tarde Diógenes y los niños percibieron el ladrido de los perros y pisadas de caballos, cuál sería la sorpresa al ver que regresaban las doce paseantes que una mañana, felices fueron a la montaña y no regresaron. Lupita Olmedo venía adelante galopando para estrechar a sus hijos y su inconsolable esposo. Y contaban que la bruja Zárate, al verlas bañándose en el río tuvo la ocurrencia de convertirlas en palomas blancas y que formarían así su corte de honor. En cuanto al pavo real, le prometió que tan pronto consienta en ser su esposo, le devuelve su forma primitiva, pero el honorable español conservará su abolengo, es preciso resignarse a ser pavo real prisionero, antes que esposo de la hechicera en libertad.
Si os ha gustado esta historia me alegrame mucho.

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